La “regla de oro” de la lactancia –es decir, lo ideal– es que sea exclusiva (el único alimento que reciba el niño) durante los primeros 6 meses de vida. Los bebés menores de 6 meses no necesitan ningún otro sólido ni líquido: ni siquiera agua. Durante este tiempo la leche materna ofrece al bebé todos los elementos que necesita para crecer y desarrollarse.
Los bebés piden cuando tienen hambre dando señales suaves al principio (chuparse la mano, chasquear la boca, buscar el pezón con la cabeza), si la mamá está atenta a estas señales el niño no llegará al llanto para indicar que tiene hambre. Ofrecer el pecho con regularidad, sin mirar el tiempo transcurrido entre cada toma y siguiendo las señales de hambre del bebé hace que la madre produzca toda la leche que su hijo necesita.
Para que la mamá pueda alimentar al bebé exclusivamente de leche durante los primeros 6 meses, es importante que se alimente e hidrate de manera adecuada.
Informó SALA DE SITUACION DE LA SALUD LOCAL (SSSL)
Lic. Verónica Giordano
Referente de Programa Municipios y Comunidades Saludables